Recuperar las ganas de tejer
Con la pandemia, muchas perdimos las ganas de tejer. Sino por completo, si por periodos de tiempo.
Te voy a contar cómo conseguir recuperar las ganas de volver al tejido.
En un momento en el que había perdido las ganas de coger las agujas, donde la apatía me inundó un poco, los calcetines me hicieron volver a enamorarme del tejido y volver a las agujas con intensidad.
De nuevo me siento ilusionada, y sólo gracias a tejer estos proyectos.
Creo que se deben fundamentalmente a que son proyectos cortos, donde practicas técnicas diferentes en cada uno, donde juegas a combinar colores, formas, tipos de construcción distintos, etc.
Esa dinámica hace que sea entretenido, y al ser rápidos de tejer, tienes la satisfacción inmediata de conseguir concluir algo.
Y poder concluir y finalizar cosas en estos momentos pandémicos que parecen interminables, es algo que me produce cierto alivio.
Este tiempo he tejido y diseñado muchos tipos de calcetines.
Uno de mis favoritos son los Rural Socks (los que tienes en la imagen) unos calcetines que diseñé inspirándome en la añoranza a mis escapadas al pueblo rural de mis abuelos, en unos momentos en los que estábamos aislados en casa.
Unos calcetines sencillos, pensados para reaprovechar los restos de otros ovillos.
Porque la cultura del reaprovechamiento es algo que aprendí de la generación de mis abuelos, eso que se les arraigó en la posguerra y que fueron transmitiendo a sus hijos y nietos.
Recuerdo especialmente cómo mi abuela quitaba los botones a las camisas que estaban en un estado inaprovechables para convertirlas después en "trapos del polvo". Recuerdo esto mismo con cremalleras, remaches, broches, etc.
Recuerdo cómo aprovechaba el más mínimo resto de lana para realizar cojines y mantas.
Recuerdo que hacía jirones con sábanas viejas para crear alfombras.
Recuerdo verla deshacer sweaters que se habían "quedado desfasados" para recuperar la lana en modelos más "a la moda".
Recuerdo que aprovechaba sabanas viejas para hacer fundas para los abrigos "buenos" de invierno y que no cogieran polvo ni polillas en los armarios.
En el fondo quería compartir un poco esta reflexión contigo porque los Rural Socks son mi pequeño homenaje a todas las abuelas y abuelos que vivían en zonas rurales.
Así que el concepto de reaprovechamiento de lana tenía que estar sí o sí en estos calcetines.
Cuando me los pongo, me siento como si estuviera caminando sobre la hierba fresca, bebiendo el aguja de manantial de "la fuente de allá arriba", y tumbada bajo un árbol disfrutando de la brisa y del sol que se cuela entre las hojas.
Ojalá tejer calcetines pueda transportarte un poquito a esto que me hace sentir a mí.
Si quieres, te dejo aquí el enlace a los Rural Socks, por si quieres disfrutarlos tanto como yo.
Con descuento de lanzamiento con el código "ruralsocks" hasta el domingo 28 de marzo.